Una de las principales materias que odié y a su vez amé en la facultad, fue Semiótica. (Es como la relación con la figura paterna, un dìa lo valorás y dejás de ponerlo en duda)
Realmente es una disciplina que me hizo quebrar la manera de percibir el mundo, hay un antes y un después de Marita Soto y su cátedra de Semiótica en la UBA.
Ya no fue lo mismo ver Alien, y mucho menos entablar conversaciones que no tuvieran metalenguajes. El ir por la vida recolectando pedazos de producciones sociales de sentido para luego ir armando reconstrucciones de discursos.
Anàlisis de producciones en recepción y análisis de discursos en producción más construcciones espacio-temporales del sentido...
Ya no era lo mismo ver The Wall, ya no era el loco que tomaba àcido, ahora era la sociedad vista desde otro lugar.
Las películas de terror ya no eran sangre, eran un género audiovisual con construcciones de sentido de una sociedad exclavista.
Pero hoy, viendo todo lo que escribí en los últimos años, viendo los posts, digo, puta madre, quièn carajo no se dió cuenta de todo lo que se venía gestando...y no era la Hallibour Fiber Glass, pero nunca mejor el ejemplo, de como la semiótica hizo que el humor absurdo sea no más que invertir y asociar el significante y el significado de las cosas, la clave del humor que predomina entre nosotros. (Rocanrol nene!!)
Un himno...Endrogada en Adrogue
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