Thursday, October 15, 2009

Algo más que shopper marketing...


Si hay un día donde los trabajadores dedicamos tiempo a la casa, leasé limpiar, ir de comprar para no dejar desierta la heladera, si sos de los que no tiene lavarropas, ir al lavadero para dejar las camisas de la semana, en definitiva, el sábado, además de ser un día para recibir besos, como canta Moyo, es un día para acomodar lo que no pudimos hacer en la semana.

Y una de las tareas que suelo hacer habitualmente los sábados y mucho más cuando vienen mis hijos por casa y la heladera lo único que tiene es un fantasma gélido que persigue a 4 huevos y dos manzanas muertas de miedo, es ir al supermercado.
Por la principal de Escobar hay una serie de supermercados, que sin ser de dueños chinos, tienen el mismo nivel de funcionalidad, son pintorescos, adhieren a la teoría del Long Tail, un poco de cada cosa, suficiente para llenar la heladera y dejar la casa lista para una semana de corrida laboral.

Casi al borde de las 9.30 de la mañana, con paso cansino, con andar de sábado en la principal de Escobar, voy por un carrito, sigo apuntando a los artículos de limpieza, lácteos, agua, jugo, galletitas, pan, frutas, verduras, lo suficiente para incorporar algo de alimentos.

Las cajas, por ahora vacías de colas interminables, me pongo en la primera, y todos los artículos comienzan el peregrinaje de esa plataforma negra deslizable que termina por escanear y registrar el gasto semanal.

Mientras miro el peregrinaje de productos esperando la maldita e incremental cuenta, pispeo a otra de las cajas y me asombro de lo que veo, casi como niño que lo ve por primera vez, presencio el acto más hermoso que pueden dar dos mortales divisibles en una pareja o también un hombre y una mujer.

En épocas donde las relaciones pasan por “pokearse” en Facebook, iniciar o terminar por SMS, enamorarse por una foto que no es la real, escudarse detrás de herramientas de comunicación instantánea, mi humanidad, estaba presenciando la danza de la seducción, en vivo y directo, casi vintage, entre la cajera Nro 3 y un hombre y su carrito repleto de productos esperando que ella, le diera su tiempo.

A pesar de la recomendación del supervisor de cajas, que le pidió 2 veces que llevara su carrito a la caja 6, el hombre, llamémosle Haroldo, insistió en quedarse en la caja 3, donde ella, llamémosle Inés, miraba casi sin parpadear el aura de nuestro actor en plena situación de seducción, sí en el supermercado, y si en la cola de cajas.

Inés, lo único y todo lo que hacía, era mantener esos ojos marrones profundos metidos en los ojos de Haroldo, un típico argentino de tamaño considerable, peinando algunas canas y de manos fuertes, cualquiera diría que al menos alguna vez, Don Haroldo, fue empleado de la construcción.

Y otra vez, no dejo de comparar, no hay muros ni mensajes encubiertos, no hay íconos ni caras personalizables, solo son dos personas, que ni siquiera se hablan, solo se miran, apenas se rozan las manos, suficiente para encenderse, y se nota en los ojos, se les salta la chispa, si esa chispa adecuada que permite encender el motor de la seducción, sin palabras claves, sin tags, solo con los códigos más antiguos del mundo, el lenguaje del cuerpo, y que mejor que en Escobar, y en medio de la fiesta de la flor, una pareja, intenta , con total estilo, la danza de la seducción, esa danza que bailan los habitantes de la naturaleza y que nosotros, los simples mortales, los que estamos detrás de pantallas, de reproductores de mp3, de mensajeros instantáneos, no nos atrevemos a jugar, racionales, pensantes, distantes a pesar de la tecnología, rara vez, podamos sentir lo que Inés y Haroldo, mirarse, sin hablar, tocarse, sin desnudarse, encenderse solo por el tacto. En épocas donde lo digital y su instantaneidad regulan las nuevas relaciones, yo casi al grito de mi cajera, reclamando que le pague, los miro, me rio, guardo mis productos en las bolsas ecológicas y me explico el por qué del changuito tan cargado de Haroldo, seguramente, va a intentar hacer eterno ese momento con Inés, para ellos el tiempo se va a detener, quién sabe lo que sumará esa cuenta, pero bien vale París una misa, no?

Yo, salgo por la puerta, miro para arriba, el sol comienza a calentar más fuerte, Escobar , la fiesta de la flor, sábado, hay algo en el ambiente, debe ser la primavera, sigo caminando y me quedo con la grata sensación de haber visto una película de barrio, un film italiano pero argentino, una obra costumbrista, como las de Suar, no me importa, pienso, estuvo bueno, es como ver aparearse a los animales que no están en cautiverio, aprendí lo simple y lo lindo de la vida, relacionarse sin miedo al fracaso, disfrutar de la situación, aislarse del mundo y hacer sentir a la otra persona única e imprescindible y que ella te haga sentir lo mismo. De la mano se me escapa una de las manijas de la bolsa, las naranjas se pierden por la avenida principal, un Falcon aplasta algunas dejando el jugo en el pavimento tibio de septiembre. Nada es perfecto no?. Sigo caminando, me espera Noemì para limpiar el departamento y vienen mis amores a pasar el finde.

Un día más en la superficie, un día más aprendiendo, un día más contemplando lo simple.

Sunday, October 04, 2009

Como garpa el pianito.


Hoy se termina el mes de septiembre para mi, si bien estamos entrados en ya el 4 día de octubre, como estuve jugando al ejecutivo regional, el tiempo y las horas pasaron de largo entre la confusión de la mezcla molotov de paìses, aeropuertos reclamos y vendas. Les juro, uno de los días me desperté sin saber donde estaba, y les puedo asegurar que es una sensación bastante angustiante.

Al margen, desde el sábado pasado hasta hoy pasaron miles de cosas, creo que a muchos mortales tantas cosas les pasan solamente 1 vez en la vida, a mi me pasaron en 10 días, y como leia en una revista los otros día lo mejor para las personas es vivir "on the edge". Es como parte del ejercicio para tener una salud emocional ordenada y bien puesta. Sí, cuesta un huevo y medio, pero parece que al final del
camino, los que se la viven a mil, gozan de mejor salud.

Ahora, domingo desde una habitación cálida (pero con aire acondicionado) de un hotel caribeño heredado por la blonda Paris Hilton, trato de regular la velocidad de mis dedos, primero por todo lo que tengo para ilustrar y segundo por que el dedo índice izquierdo se me machucó (junto con el pulgar de la misma mano) 4 horas antes de empezar la gira mágica y misteriosa por los países de México y Puerto Rico. Un
ardor de esos que ni la mina más linda que soñaste te provocó. Agua fria hasta que llegara el médico y ver como la piel del dedo se corría como una media vieja y descolorida...guardia, cremas, vendajes, calmantes para el dolor y a correr que se va el avión.

Ezeiza, como siempre, hasta las manos, sin mucho más que contar, gente que viene y que va, oportunistas del envoltorio y la salud suplicando que los compres, pero no, paso de largo hasta el counter de American Airlines, que muchachos les digo, es un servicio de mierda, creo que los humildes de Copa Airlines están muy lejos en servicio y atención que éstos gringos cabrones, pero de todos modos, lo mío
es un relato de 10 días de una gira mágica y misteriosa por el DF México, Miami y San Juan de Puerto Rico, no un post de crítica a las aerolíneas...

El asiento del avión me queda más cómodo que hace unos años, las piernas no hay caso, tienen el largo que tienen, pero las caderas ya no sobresalen del límite...Seleccionador de pelis, rica comida, la mano quemada como me la empastillé, no duele y los ojos de todos se depositan en el vendaje blanco, y siempre la pregunta, "pero que te pasó?" Me quemé. Dentro de éstos diez días, contesté esa pregunta unas 30 veces por día, y mucho más cuando me quité la venda y andaba cual "tecato" (dícese en Puerto Rico de las personas que se drogan y viven en la calle y mueren por úlceras en la piel debido al sol, la suciedad y
otras enfermedades).

Hasta aquí, todo muy bien, pero...como todo en la vida, me toca llegar a Miami, la meca de la latinidad. Hace un par de años, en el 2007, en uno de nuestros viajes de vacaciones a Bs As, en una parilla de Flores, me robaron los documentos, leasé pasaporte, visa, cédula, dni y otras yerbas. Entonces, ahora, desde ese agosto de 2007, cada vez que entro en territorio americano, al pasar por migraciones, LA MIGRA

me separa de la fila, me lleva con otros tantos ciudadanos sospechados de traficantes de ilusiones, y nos depositan en "el cuartito". Un lugar que tranquilamente podría ser Babel, y donde el GRAN HERMANO se viste de ciudadanos americanos, ex latinos, sí como aquellos judíos que cambiaron su apellido para evitar ser perseguidos por los Nazis, sí Latinos convertidos que tratan a "sus compatriotas" peor que si fueran escoria (no confundir con Coria), y ojo...no les hables en español, eso es como quitarles la máscara...decí que yo, con mi inglés obtenido en las TARZAN SCHOOL OF ENGLISH puedo hacerme entender y pararles el carro.

Igual, no entendían lo de mi mano vendada, cómo hacer para pasar los dedos vendados por el scanner verificador de huellas digitales? me hicieron todas las pruebas habidas y por haber. Luego de interrogarme y contar por trigésima vez lo de mi mano y lo del pasaporte, me dejan salir a recoger mi valija. Compre la Wired y la Fast Company, me senté por allí a leer y en eso, veo al mítico Charly Alberti con una acompañante femenina, aprontados para montarse en el mismo vuelo que el mío rumbo al DF.

Guau, el Rocanrol perdió el galmour, viaje en economy? y el First Class? y el VIP? Ni modo, como dice mi amigo Chala, Viajar en turista, "Eso también es rocanrol".

Al DF llegue en Domingo de sol, cálido, luminoso, y México es México, el taxi me tiene que dejar a 5 cuadras por una Maratón, por que si da la vuelta, no se que le pasa...y entonces, junto con otro grupo de turistas, valija en mano, subida de calles, llegamos al Radison Hotel de la avenida Revolución.

El resto del día transcurre entre cambiar las vendas, ver supurar la mano quemada y caminar por el clásico recorrido turistico del DF, el Zócalo. Se termina con una cena en el hotel, tele, ensalada y a la cama. La mañana siguiente fue el despertar sin saber donde carajo estaba, el cambio de hora, la alarma del celular que suena a las 7 de Bs As, pero que son las 5 del DF, qué hago? leer el diario, emails, contestar reclamos impensados de ignorantes digitales que pretenden saber...

El día comienza con reuniones importantes, y seguiría con más, digamos, fue un descubrimiento de clientes ávidos por el mundo digital en México. Más allá del laburo, éste post trata sobre los descubrimientos musicales de la gira, y se viene el primero, en el IPOD de Javier, el Country Manager de Globalen México, empieza a escupir música de la buena, acordes familiares, acordes acoplados al puto tráfico del DF (es terrible) y en eso, suena la primer canción que adopté "Lucha de Gigantes" de Nacha Pop, y cuando me la pongo a buscar para "comprarla" me encuentro que pertenece a la banda de sonido de "Amores Perros" y yo en México, con mi mano quemada y con mi corazon puesto en Bs As. Primer gran descubrimiento y causalidad.

El último día en el DF fue una especie de "Day Tripper". Largo, exitoso, pero cansador. Terminamos a las 10 de la noche comiendo tacos pastor en un típico lugar del DF, yo partido y listo para hacer valija y volver a Miami, para conectar a San Juan. El último tramo del viaje. El peor tramo (hasta ahora al menos).

Despues de evitar llevar "los regalos" de Sandra, la amiga de la mamá de mis hijos, las cosas comenzaron a empeorar. Llegar al aeropuerto no fue complejo. Me levanté temprano, desayuné, tome el taxi y bajé en American Airlines. Registré valija, y me fui a caminar. Era temprano, daba para tomar un café y leer emails. El vuelo, de repente se demora 10 minutos. 15 minutos. 40 minutos. Altoparlante, "se cancela el

vuelo y por desperfectos técnicos el avion no saldrá hoy..." Ok, qué hacemos? Nos indican que tenemos que ir a buscar las valijas, salir del aeropuerto y volver a chequearnos en el desktop de AA. Fuck, una carrera contra el tiempo, pensando en Miami y los retrasos y el viaje...ya me empezó a transpirar la ceja...

Llamo a Bs As, agencia de turismo, me aconseja tomar el vuelo de Aero México para llegar al link con American y llegar bien a Puerto Rico, ya que 6 reuniones me esperaban...En American me quieren mandar a Dallas, pero no, ven mejor la opción de Aero México, lo malo? Faltaban 50 minutos para el despegue y la terminal era la 2...en la otra punta...había que tomar el tren de las nubes, un monoriel tipo Disney que te lleva en 5 minutos de terminal en terminal, lo hice. Llegué jugado, llego al counter, me dicen que no estoy registrado, que no tengo pasaje. casi al borde del llanto le digo, tengo que llegar a Miami...con la parsimonia del "ahorita" se va con mi ticket, vuelve a las 4 minutos, para mi fueron como 40 horas...Nos consigue montar, pero nos indica que debemos apurarnos, ya que el avión está cerrando el
vuelo...me voy sacando el cinturón...corriendo con la valija...con la mochila...con la ceja transpirada...y con el humor en el peor momento.

Los mexicanos me hacen abrir la valija, piensan que llevo dos pirámides y un niño envuelto (gracias a la amiga de la mamá de mis hijos...y la pqlp) Con mi cara de pocos amigos y con las cejas envueltas en tsunamis de sudor nervioso, les explico y me voy corriendo con los pantalones por las rodillas casi para alcanzar la aeronave...llego luego de 7 minutos de trote, esquivando mexicanos, levantándome los
pantalones, tratando que nada se caiga, que nada se rompa. Llego. y me preguntan, ¿Por qué no registró la maleta? Pero la CdtM, nadie te explicó que me cancelaron un vuelo y me mandan a éste! Como Ally Mcbeal, lo pienso, pero no lo digo, sólo se ve en la globa imaginaria que se suspende sobre mi cabeza.

Me dan un ticket de "Late Check Bagage" y es ahí donde vi por última vez a mi valija, la negra, la Samsonite, esa que me acompañó tan alegrememente por tantos lugares del mundo. Espero que si alguien la tiene, sepan entenderla, y si alguien tiene mi ropa, cuidenlá, yo amaba esas prendas.

Bueno, llegué a Miami, de nuevo, el mismo escenario, la migra, los ilegales, el gran hermano convertido, pero esto era peor, era miércoles, y "el cuartito" estaba lleno de gente, de todos los países, con todos los problemas, todos con conexiones a otros países, pero a ellos, y ahora no solo eran latinos convertidos, sino gringos, les importa un carajo, cuanto más nervioso o ansioso estás, te la hacen peor, lamentablemente, estas en sus reglas y hay que esperar. Tanto esperé, que cuando bajé, liberado, mi valija ya se había ido con otro. Y esa fue una de las peores situaciones que me tocó enfrentar en este viaje. Voy a quejarme con Aero México, no quedaba nadie. Voy a quejarme con un gringo de "informes", me recomienda
llamar al call center. me atiendo un chavo, que me recomienda hacer la queja en el aeropuerto, le explico, me tengo que ir, no queda nadie...me corta. Miraba para el cielo, preguntaba, esto es algo que tengo que pagar? por qué tanta mala suerte? qué tengo que aprender? Luego de hacer el checkinn en el
vuelo de American para Puerto Rico, me senté y me quedé llorando con mis manos (quemadas) en la cara.

Angustia, desesperación, bronca, ira. Dos llamados telefónicos fueron suficientes para recuperar el foco, Marco preguntándome si estaba yo en pijama (como me robaron la ropa), Sofi diciéndome que me quería y yo ahí sentado en medio de tanta gente y solo como un perro. Como me dijo alguien que quiero mucho, "Dios no te pone más peso del que podés llevar, confia en él, todo se va a calmar".

Me subí al avión lleno de boricuas, me pedí unas nueces y avellanas, un café con leche, una coca light y esa fue mi cena de un día de mierda. Llegué a Puerto Rico, hice el reclamo en American y me fui al Walgreens de Isla Verde a comprar desodorante, pasta de dientes, un par de remeras, medias y encarar el
resto de la gira mágica y misteriosa. En el Caribe Hilton, me esparaba Gaby, la Country Manager del Mercado Hispano. Ella, muy argentina, muy decó, y yo bajado de un avión, con las cejas (entro otras cosas) transpiradas y con el estado de ánimo disecado. Eran como las 2 de la mañana de un día agitado. Day Tripper, la versión maserizada 2009.

Y el jueves, que no fue cobarde como el de Sabina e Iván Noble, me despertó pensando que comprar para ir a las 6 reuniones, alquilamos auto y nos fuimos a Plaza "SAMERICAS" como le decía Fofi cuando vivíamos acá.

Gap, ahora que tengo unos kilos de menos, tiene todo lo que necesito, salgo casi cambiado a la perfección para ir a las reuniones, que de por sí, fueron exitosas. Entre tanto, se me cae la blackberry y la bolita conectora se pierde en mil pedazos...mala leche?

En la noche, luego de laburar horas en el lobby, Gaby me enseña algo que sería el segundo descubrimiento, Matisyahu y su canción "One Day" del disco "Light". Guau, martillazo a la cabeza. La noche sigue con comida hindú en el viejo San Juan, mojitos, humedad, más mojitos y un estado de relajacion digno para ir a dormir.

Viernes, el último de las reuniones, no tan interesante como el anterior, pero si productivo. El día se termina otra vez en el lobby, internet, briefs, presentaciones ppt, planificación. Llamado del Michael de Jesus, y la gira mágica y misteriosa se traslada a la milla de oro, Fresh Grill, Sofi y Marco gritan que me extrañan desde Bs As, y yo a ellos, como nunca. Nada mejor que ahogar los nudos en el estómago
que con Absolut y china, el viejo y querido destornillador. Perdí la cuenta a cierta hora, pero creo que ya podía guardar todos los destornilladores en una caja para 12 unidades...Mike me aconseja bien y dejamos el auto alquilado en el hotel y nos vamos con el suyo al Viejo San Juan a encontrarnos con otro corrillo para hacer Karoeke. Mas china, mas absolut, y el sol de la mañana me vio llegar. Las canciones
de éste tramo, "I got a felling" de Black Eyed Peas, del disco T.H.E E.N.D (The energy never died). Y otra muy buena, David Guetta junto con Kelly Rowland, "When love take over".

La cabeza se me parte, el sol entre por la ventana y Gaby, a las 9, me llama, "che, hace un día hermoso, bajás?" Me puse lo que tenia, me compré una traje de baño, me lo probé a las corridas y me fui a disfrutar del agua tibia del mar caribe. De repente, todo estaba en un segundo plano y la vida me empezaba a hacer cosquillas.

Lleve a Gaby al aeropuerto, en la KQ, sonaban las canciones de mi gira, casualidad de grilla de produccion? o causalidad de la vida? Nunca lo sabre. Mi valija sigue sin aparecer, mi vida sigue tratándo de ordenarse, Amo a mis hijos, los extraño como nunca, pero la vida se trata de eso, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar, ir para adelante, sin mirar para atrás, como decía el poeta, "Caminante no hay camino, sino estelas en la mar" y otra cosa que aprendi, hay que ir por la vida lo más liviano posible, perder cosas materiales queridas, es como despojarse de materialismo, hay que ir con lo puesto. Dios aprienta, pero no ahorca.

Ahora, son casi las 10.30 de Puerto Rico, los voy a ir dejando, ya que me espera un rato de agua tibia, una mini sesión de sol, para empezar la retirada, para volver con los mios, con los peques y con ese alguien que no me espera, que no sabe que existo, que no sabe que vuelvo, pero que seguro, en algún momento me lo voy a cruzar. Mientras, sigo escuchando las canciones que me "compre" por ahi y saben que,
todas tienen un "pianito motivador" que te hacen poner pilas, que te mueven los pies, que te hacen mover las piernas, que te hacen mover el alma, son esos pianitos que garpan, que hacen levantar hasta el más muerto, por eso, les dejo un
par de videitos para que vean y sientan "como garpa el pianito" por eso, sigo "comprando" y ahora espero por "Celebration" el nuevo de Madonna. Paradójico no?

Caribe Hilton, San Juan de Puerto Rico, domingo 4 de octubre, 5 horas antes de volver.

VIDEITOS CON PIANITOS QUE GARPAN

value="http://www.youtube.com/v/k-aAZT15eHc&hl=en&fs=1&color1=0x234900&color2=0x4e9e00">