Monday, February 12, 2007

45 días



Sí, pasaron como 45 días desde que acaricié por última vez las teclas de mi PC para escribir algo con algún tipo de sentido. También, pasaron mis vacaciones por Bs As, la ciudad de la Furia, donde como siempre, todo está bien hasta que uno llega y dice, "Hola llegué, como están?"


Y es ahí donde se desata la tormenta más grande de todos los tiempos, hermanas con problemas de noviazgo, madre con problema de orientación vocacional y padre con problema de automóvil.


Sin entrar en los suegros de la vida, que también aportan lo suyo. Será por eso que no tuve ni tengo muchas ganas de escribir. Puerto Rico está "chévere", tiene una temperatura agradable, el agua está fría, no llueve, y el mar está calmo.




Los chicos? Son una usina de información constante, desde decirte que "comés como una Animal papá" hasta pasar por "Menos mal que tenemos papá!" y por ejemplo "vos venís hoy a dormir"

Nada, los hijos son como unos tutores que hacen que camines más derecho, menos torcido y con paso firme.



El resto, todo bien. y vos?, no te pierdas, te veo el sábado dale? Eso es lo que falta, los amigos que te dan el ánimo, el asado que nunca se termina, el mate amigo, el faso al costado de la parrilla, el cuba libre que prepara Patricio, la meditación de Oscar, David y sus consejos para construir, Rolo y su interminable auto fantástico.
Acá, me queda mucho por hacer, si tengo ganas? no lo se. Lo voy a intentar. Pero ya saben amigos, todo tiene una fecha de expiración, hasta las personas.
Mientras tanto, en Trujillo Alto una nueva hora comienza, y seguramente a Anna Nicole, se la deban estar comiendo los gusanos, las que fueron las piernas más largas, ahora solo son un montón de nada.

1 comment:

Porteños en Ginebra said...

Welcome back, Martin. Se te extrañaba. Parece que estuvimos en Buenos Aires mas o menos al mismo tiempo; nosotros volvimos hara unas tres semanas. Nos recibio la nieve y nos llevo tiempo reacomodarnos. Estuvimos medidos con los asados alla, solo tres en seis semanas, pero fueron magnificos y ya empezamos a extrañarlos. Pero, bueh, que se le va a hacer... Un abrazo