Wednesday, January 13, 2010

Atrapando el pez dorado...

Es muy loco, cuando las cosas que siempre deseaste, se te cumplen, pensas que de alguna manera, no te tiene que estar pasando a vos. Que de algún lado va a salir el enano invisible, ese que tiene el dardo paralizante, ese que te deja duro, sudando frio y sin margen de movimiento. Siempre me lo imaginaba en las presentaciones chivas, en esas preguntas jodidas de brand-managers perdidos en su propia frustración, me imaginaba al enano emergiendo detrás del proyector mostrándote el próximo fracaso.


Por otro lado, la gente que juzga, los que viven de la vida de los demás, los que opinan de gratis, sin razón, sin experiencia para emitir juicio de valor.

A todo eso, sumale que en los últimos 5 años, la vida fue un cannonball, si como el personaje que le gusta a Marco, el de Ben 10, ese que se convierte en bola y tumba cuanta cosa se le interpone. Muchas veces me encantaría tener el Omnitrix para convertirme aunque sea en materia gris.

Un amigo de esos que te da la vida, me pasó el programa Spotify, mientras suena un cover de Champagne Supernova, en la tele, INFAMA no deja de mostrar culos de vacaciones, rubias tontas haciendo boludeces por 15 segundos de fama, morochas en posición fecal mostrando las ancas como si fueran dos sillones de cuero.

Yo, vuelvo a planificar una nueva mudanza, vuelvo a juntar en una caja de cartón Ledesma, todas mis cosas, por cuánto tiempo, quién lo sabe, espero que por muchos años. Para ganar, hay que perder, hoy dejo de ganar (no pierdo) para ir por más. Y a todos los que se llenan la boca pensando lo que ellos hubieran hecho en mi lugar, los perdono, no saben lo que hacen.

Vos, mientras, seguís subiendo y bajando montañas, que loco, yo también, pero son mentales.

Enero de veinte diez, van trece días y pasaron más cosas que en diez años, por ahora sigo acá en algún lugar de Tijuana, (Escobar se parece cada vez más a ese paisaje que relataba Manu Chao) sacando oraciones, peleando contra el sueño y buscando atrapar al pez dorado, como Chalita y su libro de David Lynch.
O quizás solo sea un pescado y rabioso? quién sabe...

Mientras tanto los dejo con algo bastante singular, representativo, vintage pero tan cercano y moderno...




1 comment:

Porteños en Ginebra said...

Siempre es un placer leer sus posts, amigo Martin --como de costumbre poniendo toda la carne en el asador. Hoy --hoy cuando usted escribe este post, no cuando yo se lo comento, exactamente un mes despues-- cumpli cincuenta pirulos. Ganar y perder, depende en parte de como uno defina los terminos. El enano con el dardo paralizante lo llevamos adentro, creamé, aunque usted ya debe de saberlo, estoy seguro. Road to nowhere me suena... tan Seru Giran, no? Pero siempre ha sido asi. Lo importante es que en la caja Ledesma no se le olvide de meter lo esencial. Un iAbrazo...