Monday, June 26, 2006

Franciso Eduardo Latrechina, mi viejo.

Hola Viejo, Cómo va eso?

Esta carta la quería escribir para el día del padre, pero realmente no estaba en condiciones ni de escribir mi nombre, por qué? y extrañe estar con ustedes, todos juntos, en tu casa, con el almuerzo del domingo, unos ravioles, una picada, los chicos corriendo alrededor de la mesa…extrañé eso.

Pero como me dijo Fer, tengo 2 hijos y 1 esposa, hermosa familia, que necesita que esté bien, que disfrutemos de mi día del padre, y así fue.

Nada, se que hiciste todo para ser el mejor de los padres, y lo sos y lo fuiste, y como te dije hace unos meses, estoy muy orgulloso de ser tu hijo y cada día que pasa, es como que me termino pareciendo mucho a vos, todo lo que discutimos cuando yo era más pendejo, ahora lo veo en mis propias manos, y termino diciendo, viejo…cuanta razón tenías.

Sabés que es lo bueno, que todavía te tengo vivo para decirtelo, y que cuando no estés físicamente entre nosotros, ya que vas a estar toda la vida, como Gilgamesh el inmortal (te acordás?) no voy a reprocharme no haberte dicho, cuanto te quiero, cuanto te extraño y cuán orgulloso estoy que seas mi viejo.

Veo en Marco, la misma relación que tuvimos nosotros, querer ser más que el padre, desafiar todo el tiempo, pero con una gran relación de amor y respeto. Amor? Que digo, me estoy poniendo un poco sentimental, pero es como me dijiste los otros días, si vos te abuelás, yo me aviejizo, entendés?

El ser padre te pone en otra perspectiva…y cada vez, me doy cuenta que somos iguales, que pensamos de la misma manera, que tenemos los mismos valores, solo que durante mucho tiempo no me di cuenta. Viejo, te quiero tanto como los kilómetros que nos separan físicamente, así que aguantá los trapos, falta menos, en Diciembre nos vamos a reir y nos vamos a poner a discutir, como siempre, Perón, Menem, anarquistas y comunistas, Boca y Racing, si bien siempre nos pusimos en veredas diferentes, todos los caminos en algún punto se unen.

Ya falta poco, inventate una historia, hacé de cuenta como que estoy navegando por los mares del mundo peleando contra tigres imaginarios y arañas que atacan en medio de la noche (ahora la persiguen a Sofi...hasta eso tenemos en común los Latrechina)

Un abrazo anarquista desde la isla del Encanto.
Eso sí, si te me emocionás, no te escribo más abuelazo.
M.