Sunday, June 04, 2006

De mitos y de dengues.


Mi último mes no fue el mejor de los últimos meses, y parece que tiene nombre y apellido.
Lo que un simple mosquito puede causar en un ser humano es digno de un manual de tortura. Debilitamiento psíquico y físico, malestar corporal, fuertes dolores de cabeza, dolores hasta que el llanto brota de tus ojos y altas sesiones de fiebre, altas temperaturas que invaden tu cuerpo a tal punto que el escalofrío hace que toda tu humanidad tiemble al ritmo de un corazón desbocado que hace transpirar tu cabeza dejando marcado a fuego en tu almohada el nunca santo ni sudario en tu cama. Ojeras, mal humor, dolores en los pies, en las manos, en el cuerpo, calambres en el alma....todo eso se llama Dengue.

Provoca una baja en las plaquetas de tu sangre, hace que los glóbulos blancos y los rojos varién en esus cantidades y despierta el sistema inmunológico, que duerme hasta que la alarma de una invasión, un virus, aborda el cuerpo debilitado y maltrecho. No hay un medicamento salvador que haga que todo eso se recomponga en 48 horas, si, el reposo es la salvación, y el dormir se convierte en tu mejor aliado, descansar, dormir, despertar, vovler a dormir, al menos los primeros 3 días, luego, ya tienes la cabeza más lista y limpia para pensar y enfocar nuevamente en tu vida, tus actos, tu profesión, tus hijos, la familia, el mundo.

Cuando cursé mi primer materia en la universidad, Comunicación I de la cátedra Alicia Entel, tuve que leer, estudiar y comprender un libro que me marcó en éstos 33 años de vida: "Dialéctica del Iluminismo" de Max Horkheimer y Theodor W. Adorno. Lo voy a resumir en mis palabras, que quizás no coincidan con los grandes catedráticos de la vida, pero...es mi versión al fin..a mi manera de ver, de cómo personas manipulan la información en torno a mitos y de como el uso de éstos (mitos) sirvió en oportunidades innumeradas para doblegar sociedades enteras, y de ahí, surge una frase que me sigue como sombra durante estos 6 primeros méses del año, "el 2006 es el año donde caen los mitos". De allí el poder del iluminismo, mediante el uso de la razón para gobernar la naturaleza y a los hombres al mundo entero.

Volviendo a la realidad trujillana, atrás quedó el mito del hombre que todo lo puede y que nada le afecta, ni todo es negro, ni todo es blanco, hay grises y hay soluciones para todo, aunque no sean las que el mundo apruebe, como me dijeron éstos días, "te volviste a enfocar, al menos ya sabés lo que querés"

Mitos, dengues, trujillanos, french´s y el calor de una tarde en mi aventura de argentino en Puerto Rico.

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